20 agosto 2006

¿ Y SI FUERAN "ANTICONSTITUCIONALES"?

Trapisonda, como casi cualquiera, calcula que "la historia provoca la historia", o sea que su conocimiento -recto o tuerto- empuja a otras historias y que quien cambia el pasado está cambiando el futuro. Y lo sabe.

Así las cosas, y bajo el chaparrón republicano que amaina entre los topetazos de la ETA, conviene releer el objetivo final de los llamados "Socialismos Científicos" de tronco marxista y encarnadura silvestre. Socialismo y comunismo calculaban y calculan imponer la Sociedad Comunista -sin gobiernos, mediante el uso del "Hombre Nuevo" y liberado, con la práctica de una singular institución: "La Dictadura del Proletariado". Es decir, de los jerarcas rojos.

Puesto que la actual constitución de 1978 deja claro que el gobierno es imprescindible y obliga a constituirlo con el uso de los partidos (libre competencia entre verdades y mentiras) y que descarta cualquier tipo de dictadura aún por motivos de supervivencia, no estaría de más pensar que el socialismo reinante y el comunismo acólito está varios metros por encima del techo constitucional, o sea, que sus fines son "anti-constitucionales" sin duda y que, por lo tanto, son partidos que se colocan alegremente en el terreno de lo ilegal, tanto en sus obras como en sus objetivos.

El socialismo es, históricamente, un golpe de Estado: ese ha sido su criterio en el último siglo, al que ha hecho sangrar abundantemente y al que ha extraído el tuétano del pensamiento legal. Es el mayor enemigo de la "legalidad vigente" en tanto que propone la dictadura propia, también llamada por sinceros "matanza de curas y burgueses". Descascarillar la sociedad para que no se queje.

El socialismo fantasma que disfrutamos, organización compulsiva mal medicada, aún arrastra cadenas por todo 1939 y no sabe salir de esa sepultura de la mente que le obsesiona desde su derrota, que no sólo fue derrota sino desmotración de la falsedad de su idea mesiánica de la historia.

Iban a ser los herederos de la Historia y del Mundo y a establecer una sociedad inóvil a fuerza de feliz y sin amos, y helos haciendo el paripé por los parlamentos liberales, aunque cuidando de que no se guarde memoria profesional de sus mesiánicas profecías ni de sus babilónicos métodos. Iban a ser la sal de la tierra y apenas si consiguen tapar -con tapujos, claro- sus métodos salvajes, ajenos a la Europa Civilizada, cristiana y culta. Su misma obsesión por "la cultura" demuestra su carencia: sólo tienen ideas de la taiga viajadas con los lobos, y bárbaros trasutos de las guerras persas.

El socialismo ni sabe salir de su derrota española, de su fracaso mundial, ni justificar el pasado sin una venganza: cosas de su personalidad enferma. Porque es más cierto que debiera vengarse de sí mismo por entender tan poco y tan mal el universo.

El Rector Alguacilado.

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